Terapia Celular | Regeneración Celular
La terapia celular es un tratamiento biomédico que restaura células dañadas, tejidos deteriorados y órganos enfermos mediante el uso de células madre con la más alta concentración de sustratos y enzimas; logrando la reparación integral de tejidos dañados o enfermos. Es un procedimiento desarrollado por el médico suizo Paul Niehans en 1931 y muy extendido por Europa, Asia y Estados Unidos.
¿Para quiénes está indicado este tratamiento?
La terapia celular logra grandes avances en pacientes con enfermedades y padecimientos de origen hormonal, vascular, crónico degenerativo e inmunológico; tales como el Cáncer, Diabetes, Artritis, Lupus, Parkinson, Alzheimer, Trastornos Digestivos, Enfermedades Cardiovasculares y del Hígado, Insuficiencia Renal, Desbalances Hormonales, Trastornos de la Tiroides, entre otros.
¿Cómo funciona?
De forma inicial, consiste en la implantación de células nuevas y en perfecto estado que actúan sobre los defectos estructurales de otras células, contribuyendo así a la reparación, revitalización y regeneración de tejidos y otros órganos del cuerpo. Es importante la valoración médica para determinar el esquema personalizado del paciente.
¿Existe algún efecto secundario?
La terapia celular es compatible con cualquier otro tratamiento médico convencional; ya que no genera dependencia ni produce secuelas o efectos secundarios adversos. Tampoco requiere de hospitalización, ni cirugía.
Beneficios de la Terapia Celular
Aumenta la capacidad de regeneración de tejidos y órganos; fortaleciendo así las defensas naturales del organismo, deteniendo los padecimientos crónicos y mejorando así el estado general de salud en los pacientes.
Otros beneficios
- Revitaliza las células del organismo; evitando la degeneración a nivel celular.
- Estimula las funciones cerebrales, cardíacas y pulmonares.
- Mejora la fijación de calcio en los huesos; previniendo la osteoporosis.
- Regula los síntomas de la menopausia y andropausia.
- Mejora el metabolismo de las grasas; así como de la glucosa en sangre, produciendo una insulina de mejor calidad.